A orillas del río Mira, en el Pacífico nacional, donde años atrás solo llegaba la guerrilla y los narcotraficantes, excocaleros producen la Crema de Charuco, Perla Pacífico, bebida artesanal a la que se le atribuyen beneficios afrodisiacos, y que son la apuesta por la Paz.
Desde hace dos años los hermanos Efrén y Tenorio Ortiz dieron el paso hacía la construcción de la paz. Una mañana se levantaron, machete en mano, con la firme decisión de arrancar las plantas de coca que durante 10 años sembraron en su finca de 12 hectáreas ubicada en la vereda el Tulmo, en Tumaco. “Le creímos al Programa de Sustitución”, aseguraron “y los vecinos nos dijeron que estábamos locos”.
“La locura” parece ser contagiosa. Hoy 14 de sus vecinos imitan el ejemplo. Unidos siembran cacao, caña de azúcar, borojó, banano y coco, que, mezclados con una “fórmula secreta” les ha permitido llevar a “otro nivel” una bebida ancestral: la Crema de Charuco, para la cual ya tienen envase y sello tipo exportación.
La Crema de Charuco, Perla Pacífico, es una especie de crema inglesa, que, mezclada con lácteos y concentración de fermento es la sensación en Tumaco. El INVIMA está próximo a emitir su certificado sanitario y su distribución nacional e internacional será una realidad.
En este sueño que han trabajado día y noche los hermanos Ortiz y 14 familias vecinas, los acompaña el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos (PNIS). Todos han recibido asistencia alimentaria por $12 millones, asistencia técnica mensual de $1.800.000, por 8 meses, y están por recibir un giro adicional de $ 9 millones más.
“Con estos recursos hemos arrancado la coca, hemos sustituido y hoy, en una bodega de nuestra propiedad, estamos instalando equipos de alta tecnología para iniciar la producción de la Crema de Charuco a gran escala”, narró, con una emoción que se refleja en su rostro, Tiberio Ortiz.